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Nº 18 - Enero 2007
[ISSN 1886-2713]
Sociedad  

:::Espacios comunitarios:::

Noble isleño, con restos de un tagoror al fondo

Los antiguos habitantes de Canarias contaban con numerosos espacios de aprovechamiento comunal. Aquí hacemos una pequeña reseña de los que están mejor documentados.

Casas regias

Según los cronistas, los canarios contaban con casas regias o reales, donde el guanarteme compartía con sus súbditos grandes fiestas y banquetes.

Al respecto, la versión Ovetense (1478-1512: 127v) de la conquista grancanaria cuenta:

Tenían los dichos Guadartemes casas de rrecreación y pasatiempos, donde se juntaban onbres y mujeres a cantar y a bailar, y acabados sus cantos y bailes, ordenaban sus banquetes y comidas de mucha carne asada y cosida (Morales Padrón 1993: 161).

El conquistador toledano Antonio Cedeño (ca. 1490: 15v-16) relata:

La maior casa que se halló fue la de Guanartheme […] se halló aforrada en tablones de tea mui ajustados, que no se conocían las junturas, ensima estaban pintados de blanco con tierra i de colorado con almagra i de negro con carbón molido, unos ajedresados, i tarjetas redondas a modo de quesos por el techo (Morales Padrón 1993: 375).

Tagorores

El tagoror era el sitio de reunión del mencey (menzy, ‘principal’) y del consejo de ancianos nobles. Solía estar a la entrada (o en las cercanías) de la vivienda de este responsable de la jefatura. Era un terreno circular, de ahí su nombre (tagururt, ‘recinto circular’), circunscrito por piedras que hacían el papel de asientos, destacando entre ellas una más elevada destinada al de rango superior.

Sobre el tagoror, el dominico Alonso de Espinosa (1594: 34v) precisa:

[...] que era el lugar do hacía su consulta y recibía los pareceres de los de su consejo. Este lugar estaba delante de la puerta de su casa, en alguna llanura y en circuito del ala redonda puestos a poco trecho unas piedras en que se asentaba el rey y sus vasallos al sol de Dios (Espinosa 1980 (1594): 54).

Tenerife es la isla donde más referencias se han encontrado de este tipo de construcciones, con unas 80 repartidas por todo el territorio.

Plazas

Las plazas están poco documentadas en Canarias, no obstante tenemos algunas evidencias de su existencia, siendo tan sólo la de Gáldar, en Gran Canaria, la única con datos fiables.

El capellán conquistador Pedro Gómez Escudero (ca. 1484: 46v) recoge:

[…] una plaza o circo sercada en forma circular i bien grande, que caben siete mil hombres. Es de altura de dos a tres tapias de alto de piedras grandes en mucha manera sin varro; tiene dos puertas, una enfrente de otra. En esta plaça dicen hacían justicia de los delinquentes […] (Morales Padrón 1993: 388).

Espacios de almacenaje: graneros

Los graneros, construcciones que permiten el almacenamiento y conservación de granos, son espacios comunitarios gestionados por el jefe principal de la comunidad.

Las edificaciones más espectaculares se encuentran en Gran Canaria, donde destaca el Cenobio de Valerón, construcción realizada sobre piroclastos cementados o tobas en las que se abrieron pequeños compartimentos de forma esférica, llegando a un número de 298 distribuidos en 8 pisos; además contaban con una ranura en la que colocaban una piedra plana o puerta de madera para su cerramiento.

Por lo general, estos graneros se encontraban en lugares elevados o de difícil acceso, para facilitar su defensa.

Los principales graneros de Gran Canaria se encontraban en Gáldar y Telde, por ser los más grandes en el entorno de los dos principales núcleos urbanos y cabeza de los guanartematos.

Rediles de ganado

Los rediles eran espacios cercados por muros de piedra donde se custodiaba al ganado. En la actualidad, existen pocos vestigios originales, ya que en su mayoría han sido reutilizados por los pastores después de la Conquista.

Se hallaban casi siempre en zonas protegidas, como vaguadas, interfluvios de barrancos, etc. Los más grandes que se han descubierto se localizan en Fuerteventura.

Canteras de piedra

La inexistencia del metal en las Islas llevó a los antiguos canarios a desarrollar al máximo la industria cantera, creando auténticos centros para esta manufactura allá donde se encontraba la mejor materia prima.

En los alrededores del pico del Teide existieron varios talleres canteros donde se obtenía obsidiana, piedra formada en magmas básicos, de color negro y aspecto cristalino, que se utilizaban –debido a su especial dureza– para la fabricación de herramientas cortantes, como las tabonas. También existen evidencias de pequeñas canteras, de este mismo material, en Gran Canaria y La Palma.

Para la fabricación de molinos de piedras, se utilizaba una piedra especial de origen basáltico, más fácil de tallar que la obsidiana. Se conocen cuatro canteras de explotación de molinos en la isla de Gran Canaria y tres más en Tenerife. Alrededor de estas canteras, es habitual encontrar estructuras de habitación, lo que evidencia la profesión de cantero.

Fuentes

ESPINOSA, Alonso de. 1980 (1594). Historia de Nuestra Señora de Candelaria. Introducción de Alejandro Cioranescu. S/C de Tenerife: Goya.

MORALES PADRÓN, Francisco. 1993. Canarias: crónicas de su conquista. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular (Ínsulas de la Fortuna, 2), 2ª ed.

Bibliografía

ARCO AGUILAR, Mª del Carmen del, y Juan Francisco Navarro Mederos. 1996 (1987). Los aborígenes. CCPC (Historia Popular de Canarias, 1).

MEDEROS MARTÍN, Alfredo, y Gabriel Escribano Cobo. 2002. Los aborígenes y la prehistoria de Canarias. CCPC.

Autor: Belkis Lopez

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