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Nº 8 - Febrero 2006
[ISSN 1886-2713]
Personajes  

:::Bentejuí:::

Bentejuí

A pesar de las inexactitudes y lagunas que menudean en los relatos de las diversas operaciones militares, aquellos momentos críticos de la colonización europea dejaron en las Islas episodios y personajes, como el que hoy traemos aquí, cuya proyección social y ética ha trascendido las flaquezas, más o menos inducidas, de la memoria colectiva.
En los capítulos finales de la conquista de Gran Canaria y con el guanarteme de Gáldar, Tenesor Semidán (T’nzwurt, ‘aventajas’), alineado abiertamente en el bando de la corona de Castilla, quienes habían decidido resistir en medio de una situación tan delicada debían elegir a quien ahora les guiaría:

Eran muchos aspirantes a la corona y entre ellos se contaban la hija de Thenesor, llamada Guayarmina, su prima Arminda, única heredera de Guayasen el Bueno, un hermano del Guanarteme denominado Aythamy, guerrero de carácter indócil e intratable y los jóvenes Bentejuí y Thagoroste, de la familia real de Semidán. Rechazaban la mayoría a Aythamy y Thagoroste como personas antipáticas al pueblo. Inclinándose a dar sus votos a Bentejuí, patrocinado por el influyente faicán de Telde, funcionario, como ya sabemos, activo, inteligente y poderoso, el cual, al fin, después de algunos esfuerzos obtuvo el triunfo para su protegido. Con el objeto de tranquilizar a algunos que aun esperaban el regreso de Tenesor ofreció Bentejuí tomar por esposa a la princesa Guayarmina con cuyo enlace no se excluía a la familia de Tenesor (Millares (1881) 1977, II: 183).

Frente a la imagen pretendidamente dinástica que siempre intentaron ofrecer los descendientes del linaje guanartémico, una vez más el viejo principio electivo regía en la definición de la jefatura. Y, en efecto, sobre este Bentejuí recayó la dura tarea de dar continuidad a las légítimas instituciones sociales de la población canaria.
Pronto, este «gaire, alto, seco, y prieto de grande esfuerzo» que, según afirma Marín de Cubas [(1694: 57v) 1986: 207], ostentaba hasta entonces el significativo nombre de Tazarte (Tadsart, ‘rebeldía’, ‘dignidad’), sería puesto a prueba en el sitio del Bentayga ante las huestes castellanas. Pero no estaba solo, el faycán de Telde aparece junto a él en una célebre cita en la que increpan al antiguo guanarteme que intentaba convencer a las gentes reunidas allí: «Todavía Canaria no ha desaparecido del mundo y aquí la tienes toda sobre estos cerros» (Viera y Clavijo (1772) 1982, I: 529).

Bentejuí se trasladó, encabezando un importante contingente humano, hacia la protección que brindaban las agrestes montañas de Tirajana. Pero, de nuevo, fueron cercados en Ansite, paraje cuya localización exacta aún se discute. Esta vez la espera acabó en éxito para los castellanos, previa mediación de Fernando Guanarteme ante los cansados sitiados, que finalmente aceptaron las condiciones de rendición. Todos, menos Bentejuí y el faycán teldense, que prefirieron mantener su libertad hasta el último momento de sus vidas: «[…] menos Tazartico y un faisage biejo de Telde, que ambos se derriscaron llegandose el muchacho a el viejo le cojio de un brazo, y diciendo a tiz Tirma, a tiz Tirma, de un salto vajaron hechos pedasos» (Marín (1694: 60r) 1986: 214).

Es muy probable que, antes, Bentejuí (Wenteghuyyit, ‘éste vocifera, alerta o invoca’) interviniera también en la famosa Batalla de Ajódar, donde los castellanos sufrirían la mayor derrota en la Isla, contribuyendo con su arrojo a que los canarios salieran indemnes en los inciertos episodios de asedio a los que fueron sometidos. Con su desaparición, se sellaba la finalización “oficial” de la conquista de Gran Canaria, un 29 de abril de 1483.
Hoy en día muchas personas participan en la Ruta de Bentejuí, que se celebra cada mes de abril para conmemorar el acontecimiento en el que nuestro protagonista dirigió a los suyos desde el Bentayga hasta Ansite, con un trazado aproximado al que siguiera el último gran héroe de Canaria.

Fuentes

MARÍN DE CUBAS, Tomás. 1986 (1694). Historia De las Siete Yslas de Canaria Origen Descubrimiento y conquista Dividida en Tres Libros compuesta por D. Thomas Arias Marin y Cubas natural de Telde ciudad en la Ysla de Canaria. Año, de 1694. [Copia de Agustín Millares Torres (1879), en El Museo Canario, ms. I-D-15/16. Existe microfilme en la Biblioteca Municipal de S/C de Tenerife, ms. 192].

MILLARES TORRES, Agustín. 1974-1981 (1881). Historia general de las Islas Canarias. Las Palmas de Gran Canaria: Edirca, 6 vols.

VIERA Y CLAVIJO, José de. 1982 (1772-1783). Noticias de la Historia General de las Islas Canarias. Ed. de Alejandro Cioranescu. S/C de Tenerife: Goya, 2 vols.

Autor: Víctor Perera

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